La ciudad universitaria de Madrid comenzó a construirse en el año 1931 con la intención de albergar casi todas las facultades de la ciudad. Era un proyecto ambicioso e innovador influenciado por la arquitectura de vanguardia europea. 

La Guerra Civil paralizó el proyecto y lo perjudicó pues fue escenario de una de las batallas más importantes. Con la llegada del nuevo gobierno el proyecto continuó pero con escasa fidelidad al original, resultando un caos estilístico y formal.

Hoy, la Ciudad Universitaria conserva aquellos edificios y otros nuevos, todos en funcionamiento, pero su aspecto es extraño y desolador, como de terreno baldío donde han aflorado edificios anacrónicos. Eso es lo que pretendo retratar en mis fotografías.

He intentado mostrar el presente de la Ciudad Universitaria, pero es el pasado estancado el que aflora en mis fotografías, es la naturaleza salvaje abriéndose paso entre la simetría racionalista de los primeros edificios, el abandono del entorno frente a la persistencia de la arquitectura de principios de siglo. 

Es el ser humano contra el tiempo y contra si mismo.